Venezia no era uno de los lugares a conocer, pero mágicamente me encontré parada en medio de puentes y rodeada de una arquitectura tan distinta a mi cotidiano, es casi irreal para mis ojos pero rápidamente me dejo llevar por el sonido del agua y por la gente que te saluda con Ciao y te invita a pasear y disfrutar de su dulces cantos sobre las calles de agua.